Los Siete Pasos de la Maestría de Reiki.

1º: Elección del maestro guía

Cuando alguien decide iniciar el proceso de la maestría, lo primero que debe hacer es buscar un buen instructor.

El concepto de “buen instructor” siempre ha de ser desde la visión de quien está tomando la decisión de elegir, ya que lo que es bueno para una persona quizá no lo sea para otra.

Al instructor se le debe pedir humildad, capacidad de trabajar con eficacia y entusiasmo; conocimientos sobre lo que ha de enseñar y habilidad didáctica para transmitir estos conocimientos; todo esto debe complementarse con un importante grado de empatía con el nuevo discípulo.

Es muy importante que el “candidato a la Maestría” pida al maestro elegido las credenciales que lo acreditan como tal y demuestre su linaje; este trámite permite comprobar que el maestro elegido ha sido - en verdad - iniciado por otro maestro credenciado y así sucesivamente hasta llegar al Dr. Usui.

Es recomendable que antes de decidirse por alguien, se tengan entrevistas con varios maestros.

El maestro elegido, sí así lo considera, tiene el derecho a rechazar esta elección; en este caso deberá sentirse honrado por la elección y honrar al candidato, pero con toda firmeza ejercer la libertad del rechazo, la cual deberá ser explícita y sin justificaciones engañosas.

El proceso de aceptación entre maestro y discípulo debe ser mutuo.

2º: El sentido de la maestría

Una vez elegido el maestro guía y habiendo sido aceptado por éste, el siguiente paso es definir, entre ambos, el por qué de la decisión de comenzar en el Camino de la Maestría.

Este segundo paso ya comenzó en el transcurso del primero, así como el tercer paso comenzará cuando aún no haya terminado este segundo.

Todo está interrelacionado, nada está aislado; nada en este camino tiene un comienzo y un fin estricto.

Es probable que en un primer momento se tenga una visión muy clara de los fundamentos de la decisión, pero también se podría comenzar a trabajar cuando aún no está todo definido con la intención de que estas definiciones surjan durante la marcha.

Las primeras etapas de todo aprendizaje trascendente imponen la necesidad de estar dispuestos a vaciar la mente y permitir que cuestiones nuevas comiencen a ocupar ese vacío.

El discípulo ha de tener la disposición de entregarse al instructor (maestro) y a las nuevas exigencias y disciplinas que le han de ser propuestas.

3º: Reconfirmación del camino elegido

El proceso de la maestría es progresivo; no se pueden quemar etapas. Cuando se siente que lo pactado con el maestro guía ya está encaminado y que ha concluido una fase, es preciso recomenzar y pensar todo nuevamente.

Ésta debería ser la actitud durante todo el proceso de la maestría: estar dispuesto a reconfirmar los objetivos a cada momento.

4º: Entrenamiento

El aprendizaje envuelve la interacción entre el aprendiz (discípulo), el profesor (maestro) y el ambiente donde se enseña.

Una de las formas acostumbradas para cumplir con este aspecto es asistir a los cursos que dicta el maestro.

La vivencia de estar en esas clases (tanto de 1º como de 2º grado) más la experiencia de vida y la aplicación de las habilidades propias de cada aprendiz, es lo que dará las características de los cursos del maestro en formación.

En algún momento de ese caminar, el discípulo y el maestro-guía, de común acuerdo, determinarán el momento en que tendrá lugar la iniciación.

5º: Iniciación

Una Iniciación es un ritual sagrado, único e irrepetible, que puede cambiar el curso de la vida de quien lo recibe.

Luego de su Iniciación, el nuevo maestro está autorizado a dictar cursos de 1º y 2º nivel.

6º: Ejercicio, práctica y perfeccionamiento

La maestría requiere un fuerte compromiso consigo mismo, es un proceso, una tarea de constante perfeccionamiento y hay que estar dispuesto a recorrer el camino y permanecer en él, superando los obstáculos que se fueran encontrando.

La práctica es el camino por el que se transita la Maestría.

El Maestro y el Camino del Maestro son uno solo.

La maestría es, únicamente, una licencia para continuar aprendiendo más y más.

La maestría es un proceso misterioso durante el cual lo que al principio era difícil se torna progresivamente más fácil y agradable a través de la práctica.

El deseo de resultados rápidos, seguros y visibles es - tal vez - uno de los mayores escollos de la maestría.

7º: Formación de discípulos

Una duda que generalmente tienen los maestros es cuándo se está preparado para formar, orientar o ayudar a otros en su Camino de la Maestría.

Desde una perspectiva perfeccionista, probablemente nunca se está totalmente listo; pero desde otra perspectiva menos exigente y más amorosa, siempre se estará en condiciones de ayudar a alguien. Siempre será posible mostrar a otros el camino que ya se ha recorrido y transmitir esa experiencia.

En todo momento de la vida habrá alguien delante de nosotros y siempre existirán personas que elijan guiarse por nuestros pasos ya dados.

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